En 1627, el licenciado Luis Pires da Veiga llegó a Río de Janeiro desde Angola. En Río de Janeiro protagonizó la tercera visitação da Inquisição en Brasil. En el Relatório de 1632, el vigário da Sé de Bahía, Manuel Temudo, hizo referencia al licenciado Pires da Veiga, suspendido del oficio debido a su implicación en los negocios, pues trajo de Angola muchos esclavos y barras de oro, "tomara letras do dinheiro delas para êste Reino que lhe passara Manuel Gonçalves Barros, cristão velho e morador na Bahia" (NOVINSKY, 1968: 421) . Tras recibir las denuncias de Río de Janeiro, Luir Pires estuvo también en São Paulo, Santos y Vitória, en Espírito Santo. (SILVA, 2005: 58-59, 61, 64)