Comerciante cristiano nuevo de origen portugués. Entró al servicio de su tío, João Nunes Correia (Juan Núñez Correa) en 1603, "coincidiendo con el arriendo de las rentas de la Avería y con el proceso que el tribunal del Santo Oficio de Toledo instruyó a su hermano Gabriel [...] destinó (a este personaje) como su representante en Sanlúcar de Barrameda". (Carrasco, 2002: 370). Llegó así a ser el sucesor de João Nunes Correia al frente de la familia y de sus negocios.

En 1605 era morador en Sevilla, representando a su tío João. Era un miembro destacado del comercio con Oriente y contratador del palo brasil. Creó su propia empresa sobre la fortuna y contactos de su tío, llegando a ser hacia 1620 un prominente financiero y comerciante de Castilla, con una fortuna valorada en más de 500 mil cruzados. Fue uno de los financieros de la Corona en 1623, convirtiéndose en asentista entre 1626 y 1632, época en la que tanto él como su hermano Henrique fueron apresado por el Santo Oficio castellano. Fueron liberados tras el acto de fe en el que abjuraron de sus pecados, debiendo pagar una multa de 20.000 ducados; finalmente perdió 300.000 ducados, sus bienes, crédito y puesto como asentista. (RICARDO, 2006: 112)

Cuando el Conde-Duque de Olivares anunció la bancarrota de la Corona en 1627, sustituyó a los banqueros genoveses por un consorcio de hombres de nación portugueses compuesto por Manuel Rodrigues d'Elvas, Diaz, Duarte Fernandes, Manuel da Paz, Simón Suarez, y João Nunes Saraiva. (HUTZ, 2014:78). Según Boyajian, a este consorcio original (en el cual identifica también a Nuno Dias Mendes de Brito, el "Diaz" de Hutz) se sumaron otros hombres de negocios en los años siguientes: Simão y Lourenço Pereira y Duarte Dias Henriques en 1627; Marcos Fernandes Monsanto, Garcia d'Ilhão y Pedro de Baeça da Silveira en 1629. (Boyajian, 1983:24)